miércoles, 15 de febrero de 2012

DESCUBRIENDO TINIEBLAS



Por:Hector Galeano

Hoy quiero confesarte algo,deseo que me escuches y vuelvas tu mirada hacía mi, te extraño con toda mi alma me siento muy lejos de ti extraño mi casa, la felicidad que en ella existe, el calor de tu regazo, aquella mano cálida  que deslizabas sobre mi.
Partí de tu lado llevando dentro de mi tu consejo el cual guardo y se robustece con cada amanecer.
Me diste por compañero de viaje aquel asno, del cual me dijiste que no existía tal bestia que superara sus bajesas como las alturas,  que aquel asno llegaría a guiar mi camino de vuelta o que podría también sumergirme en lo más oscuro de las tinieblas. 
Sería yo responsable de lo que aquel hiciera o no hiciera, de lo que se alimentara y que alli esta la clave para vencerlo ( hablaste una vez más) si logras montarlo te traerá de vuelta.
Entonces me di cuenta que no sería fácil al ver el asno y su pervercidad, desde entonces lucho a muerte contra el y en ocasiones  lo he montado (en otras me ha sometido) más esperaré con tranquilidad y lo seguiré observando, no dejaré que siga su paso a gusto, lo dominaré y me llevara de vuelta porque su proceder me convertirá en tragedia.Te pido padre,  perdones los daños que este animal a causado en manos mías.  Me he dado cuenta de la importancia de observar tal animal y la importancia de detenerlo, de no dejar que baya delante de mi sino tras de mi.

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